Psiquiatría y Psicología Analítica

Se logra ofreciendo un ambiente seguro y confortable, libre de interrupciones, estrés o estímulos innecesarios. Planeando bien la distribución de citas en la agenda se evita que los pacientes tengan que esperar o alternar con otras personas en la sala de espera. Mediante un recibimiento afectuoso el paciente puede sentir la protección y ayuda terapéutica desde antes de pasar al consultorio. En todo caso se honrará la valentía del paciente para acudir a la consulta psiquiátrica a pesar del estigma social existente basado en la ignorancia y el machismo.

Se ofrece una absoluta seriedad en el manejo de la información confidencial de cada paciente. Se asegura que el expediente electrónico se almacena en una sola computadora a la cual nadie tiene acceso excepto el psiquiatra. Se asegura que en el supuesto caso de que su caso sea usado como material didáctico en la enseñanza los nombres, direcciones y otros factores que pudieran usarse para identificar al paciente serán efectivamente cambiados.

Se garantiza que en ninguna causa se usará la posición de autoridad que el paciente ha tenido a bien conferir al psiquiatra para explotar al mismo física o sexualmente. Se honra la máxima de Sigmund Freud sobre la necesidad de que la psicoterapia se debe llevar a cabo en un clima de abstinencia. Eso es más relevante en el caso de las pacientes del sexo opuesto cuyo estado de alerta esté disminuido temporalmente por tratamientos como ha hipnosis o la terapia electroconvulsiva o por medicamentos sedantes. Se asegura que en ningún caso se fotografiara o video-grabará al paciente sin el consentimiento escrito de este previo al tratamiento.

Los pacientes serán tratados con mucha delicadeza para no lastimar sus sentimientos o su dignidad. Inclusive en casos de pacientes agresivos siempre se evitará lastimarlos física o emocionalmente. Se ofrecerá un vaso de agua antes de las sesiones para manejar la sequedad de boca que produce la comunicación verbal extensiva. Aunque por razones de salud y el propio bienestar del paciente se prohibirá fumar cigarros, consumir bebidas alcohólicas o alimentos en el consultorio.

En casos de pacientes psicóticos nunca se usará el contenido de sus alucinaciones o ideas delirantes para mofarse o articleertirse a consta de ellos. En todos los cosas se intentará encontrar el significado simbólico de estos síntomas para así poder establecer una comunicación terapéutica respetuosa. Se pospondrá el uso de la confrontación directa en cuanto a la impropiedad o peligrosidad de las creencias delirantes hasta que dicho paciente se haya beneficiado del uso de un medicamento apropiado, por un tiempo razonable. También se intentará estableces una alianza terapéutica con el paciente paranoide y se procurará la presencia de algún miembro de su familia de su confianza antes de confrontar la veracidad o peligrosidad de sus creencias delirantes.

En casos de obesidad mórbida se podrá ofrecer el uso del Topiramato para reducir el apetito e inducir una pérdida de peso gradual pero masiva. Para evitar los efectos adversos siempre se usaran dosis mínimas al principio y solamente en varias semanas se podrá arribar a las dosis efectivas para este uso. Dicho tratamiento se suspenderá cuando el paciente reporte imposibilidad de tolerarlo debido a estados como la confusión, falta de concentración o el mareo.

Se ofrecerá el tratamiento con estimulantes como el metilfenidato y la anfetamina a los pacientes bien diagnosticados con esta enfermedad. En todo caso de monitoreará la efectividad del tratamiento mediante el uso de la escala de Conners para Padres y Maestros en cada visita. Se intentará obtener información de la escuela como la tarjeta de calificaciones para mejor evaluar la efectividad de dicho tratamiento.

Se ofrecerá el uso discreto de estos medios para aclarar dudas o responder preguntas necesarias urgentes antes de la próxima cita. Esto es más efectivo en las primeras semanas del tratamiento cuando no se ha conseguido aun estabilizar las molestias. Es útil para estimular al paciente para seguir tomando algún medicamento que requiere uso continuo por dos semanas antes de generar beneficios, a pesar de algún efecto colateral discreto como la sequedad de boca o algún grado ligero de sedación diurna. También es útil para mantener algún grado de comunicación terapéutica con pacientes cuya situación económica no les permite acudir a consulta con la frecuencia deseable.